martes, 13 de noviembre de 2018

EL PAYASO FELIZ



           Érase una vez un gran circo que viajaba por todos los países y ciudades. En él actuaban equilibristas, trapecistas y dos payasos.

            Wondruhska era uno de los payasos. Tenía un problema: no sabía reír. Lo intentaba y lo intentaba, pero no lo conseguía. Pedía a sus amigos que le contasen chistes, que le hicieran cosquillas... pero nada. Ni una sola sonrisa.

            Un día, su compañero Ambrosio se compró unos zapatos horribles. Eran naranjas, negros, grises y con cordones rosas. Wondruhska no pudo evitar una carcajada y otra y otra. No podía parar de reír. Estuvo una semana entera riéndose y todavía sigue.

            Ahora le llaman Wondruhskajajajaja, el payaso feliz.
 

 

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